lunes, 11 de febrero de 2008

A la cuarta va la llegada


Ya que empecé la primera entrada por el principio, seguiré en la cuarta por la llegada a las Américas, ¿no? Lo normal... después del pequeño kit-kat de la descripción de mi piso, que había que comentarlo al momento, me puedo dedicar a contaros como aterricé por estos lares y tal.

Algunos ya conocéis mi odisea para conseguir papeles. Más que nada porque no los conseguí, y no por culpa del consulado colombiano, sino del propio MAE español, que tenía retenido mi pasaporte diplomático. Por fin me lo dieron y decidí venirme de turista, ya que esperar al visado serían mínimo 10-14 días hábiles más. De hecho, ya me lo están tramitando en la Embajada de acá, así que no he hecho mal y todo, que cosas.

Un buen día de 24 de enero de 2008 salía mi avión, destino Bogotá, sin escalas, pero con 10 horas y media por delante de lenta agonía. A mi siempre me había gustado la T4, lleva varios premios por su diseño y se ha convertido en otro símbolo de Madrid. Ahora la odio un poquito... hasta la puerta R2 tuve que ir, que viene siendo donde Cristo perdió las alpargatas, porta trajes y portátil encima, cogiendo el trenecito y pateándome lo que parecía no acabarse nunca. Que pedazo de aeropuerto tenemos, a todo esto.

La verdad es que el servicio de Avianca está bastante bien, pero estos vuelos se hacen eternos. Me pusieron tres pelis, todas en inglés, de las cuales ni recuerdo el nombre, así como un capítulo de Smallville. Lo cual no he visto en mi vida, así que decidí saltármelo. Dormía, comía, me veía una peli, sacaba un libro, más comida (!!!?), volvía a dormir... el de al lado me hablaba y yo haciéndome el dormido... La azafata me ofrece un café, le pido un cortado y me mira como si viniera de Marte... El tio de mi lado, que era español casado con colombiana, se apiada de mi y me dice que para pedir un cortado se dice perico... y yo, a la azafata, que nada, muchas gracias, pero yo no consumo de eso.

A Dios gracias, al aeropuerto de El Dorado me vino a buscar un compañero de la Ofecome, Grego, gracias, majo. Antes de salir había que pasar por el control de inmigración, claro. El colega de la garita ni me miro el pasaporte. Os detallo la conversación:

El: ¿Español?
Yo: Sí, claro (pasaporte en mano)
El: ¿Cómo quedó Nadal?
Yo: Ha perdido con Tsonga, en tres sets (daba la casualidad de que terminando de empacar había visto la semifinal del Open de Australia)
El: ¡Vaya, me lo perdí! Bueno, siga.
Yo: Gra-gracias (pasaporte aun en mano... bueno, con un minisello)

Se ve que tengo cara de buena gente, porque si no... Me dirijo a por mis bártulos y al llegar a la cinta no hay pantalla de vuelo, para qué... había un cartel de cartón con el nombre de Madrid pintarrajeado. Y las maletas colocadas al lado. Que cosa más jarta, podía habérselo llevado cualquiera. Cojo mis 40 kilos de equipaje y tiro para la salida, pasando por el detector de metales, el escáner, y un militar que me pregunta cuántos dólares llevo. Y yo que para qué quiero dólares. Pues cuántos euros. Y yo que ninguno, ya cambié en Barajas. ¿Pesos? $160.000 (55 euros de nada). Pues siga, no se demore (!!!) Por fin salgo, sorteando a 15 porteadores, otros 15 taxistas que ofrecen sus servicios, y el del hotel que les da comisión, al verte la cara de pardo que indica: “Dónde carajo me habré metido”

Recordemos que aquí son seis horas menos. Si había salido de Madrid a las 15:25 y había volado durante diez horas y media, eran las dos de la mañana hora española, las ocho de la tarde, hora colombiana. Os podéis imaginar mi estado físico. Pero no te puedes ir a la cama, bajo riesgo de que el jet lag te vuelva loco de remate. Me llevaron a casa de mi compañero, dejé los bártulos y de ahí a cenar, algo típico colombiano: una pizza de pepperoni. Pero de Archie´s, en el Parque de la 93, que conste.

No podía con mi alma y al día siguiente había que estar a las 7 en pie para presentarme en la Ofecome. Buenas noches nos dé Dios, y parte en el Cielo. Amén.

Me gustarían las mañanas si comenzasen más tarde (Garfield)

Un saludo/Rafa

1 comentario:

Diego dijo...

Tio, me encanta el Blog...pero o soy el unico que lo lee o tus amigos no comentan nada...
Bueno, que espero que te este todo bonito...que ya habaremos sobre el viaje...y que sigas...haciendo lo que tienes que hacer!!