lunes, 12 de mayo de 2008

El Castillo del Ajedrez o El Limón Mandarino

Muchos de vosotros sabéis que no estoy en mi mejor momento. Lejos de casa y con malas noticias que te comen la cabeza, no quieres sino enfrascarte en cualquier cosa que te haga pensar lo mínimo posible.

Por lo menos tengo unos colegas la mar de majos a mi lado, que me estan apoyando bastante. El mismo día que me cuentan cosas que nadie querría oír me dijeron que Mauricio, el contable de la Ofecome, nos invitaba a su finca a pasar el finde. Uno que va, que necesito no pensar y pasarme el día tirado a la bartola era un plan más que apetecible.


Pacho está en la provincia de Cundimarca, la misma de Bogotá, a unas dos horas de la city. Cualquiera que conozca las carreteras de Latino América sabrá que lo que aquí son dos horitas en España y aledaños son 45 minutos... Iba yo de peregrino.

El mismo viernes nos subimos en el Chevrolet Trooper de Mauricio. 4x4 donde los haya, caben 5 delante y en el maletero hay dos asientos abatibles. Adivinad a quien le tocó darse de cabezazos con cada bache del camino. Y aun siendo yo un cabezón y la carretera un camino-cabras, hay que reconocer que ya no se hacen los coches como los de antes.

La finca no es lo que nos esperabamos. Lo que no quiere decir que no estuviera bien, ni mucho menos. Después de llegar a Pacho y aprovisionarnos de cerve a tutiplén, nos metimos en un camino en el que las cabras se romperían las patas, animalitos. De noche pudimos ver más bien poco, pero bueno, algo elemental: no tienen electricidad. Llevan ahí 16 años, pero la casa sólo tiene 3 o 4 años y aun no les han puesto el poste. Tampoco pasa nada. Lo del agua helada del páramo para ducharse fue peor...

Al día siguiente me levantan a las 8 de la mañana. Aparece Mauricio, jugo de naranja en mano, y todos arriba a disfrutar del día. Madre del amor hermoso... Ahí es cuando vimos bien la finca, acompañados por el anfitrión. Es una pasada. No dispone de las comidades que nos esperábamos, pero es un lujo el buen tiempo que hemos tenido, la cantidad de campo para pasear, un coj... y parte del otro de especias de flora tropical y demás parafernalia que hacían de la finca un pequeño jardín botánico. Ademñas disponína de una rco para que yo hiciera locuras y un curioso juego alemán, un palo al que se ata una pelota. Se pone cada uno a un lado y le tiene que dar de josconcios a la bola hasta que se consiga enrollar en el palo. El de enfrente, mientras tanto, dándole tobas en dirección contraria.

Mención aparte merecen los pavos reales. Bichos bonitos donde los haya, pero cansinos a más no poder. Se pone a graznar uno y el resto les sigue a coro. En palabras de mi compañera Lucia, parecen una gata en celo... yo creía que estaban destripando a un gato o algo... de coña el pavo violando a la gallina. Si vuelvo, lo hago escopeta en mano. No callan ni por la noche, los malditos pajarracos.



Hablemos del título del post, que me ha quedado como muy poético. A ver por dónde empiezo... Mauricio, aparte de contable de la Ofecome, es Maestro Internacional de Ajedrez. Jugó contra Kasparov, ahí es nada. Digamos que vive por y para el ajedrez. Pues bien, la casa tiene forma de torre de ajedrez. Las baldosas, por supuesto, blancas y negras. En el segundo piso, una sala con una serie de pupitres con un sinfin de tableros, relojito incluído para marcar los tiempos. Hasta un tablero vertical, fijado en la pared, con fichas magnéticas. La azotea era un tablero gigante, con fichas que medían unos 30 cms. Increible-ble (ver Facebook)

Segun nos ha contado, es su pasión pero la sabe controlar. Hay muchos maestros que han destrozado su vida porque el ajedrez les absorbió demasiado. Tiene que haber geten apra todo, digo yo, pero la de cosas que me sé ahora de ajedrez no tienen nombre. Y mira que me he resisitido a jugar casi todo el finde... Pablo y Mike se apostaron una comida y se han pasado el finde jugando, al mejor de 7 (5-3 para Pablo). El último día eché una partida con cada uno y les gané a los dos :p



Estoy escribiendo demasiado... el limón mandarino, como su nombre indica, es una variedad de limón. Pero no viene de la China, no equivocarse. Es una variedad autóctona de Pacho que tiene propiedades sorprendentes:

1 - Parece un limón pero no lo es (oro parece, plata-no es ...)
2 - No es ácido (curiosamente)
4 - Combina de coña con la cerve (bueno, eso tampoco es ningún misterio)
3 - Cura todos los males (habidos y por haber)

¿Te pica un bicho? Limón mandarino. ¿Tienes las manos resecas? Limón mandarino. ¿Te duele la cabeza? Limón mandarino. ¡El limón mandarino es la solucióna todos sus males, señora! Eso sí, se ve que la ciencia aun no ha pasado por pacho y no lo han descubierto, porque resulta que el invento no es comercial y la humanidad aun no sabe de sus prodigiosos beneficios. No hay ni descripción en Google...

Otro día os cuento lo de los ovnis.

Que no te falte esa canción que repare tu corazón en el momento peor que hayas conocido (Bunbury)

No hay comentarios: